22/6/12

Hasta el máximo.




Y sientes que ya no puedes más. Esa extraña sensación incómoda, engañosa que te hace creer que no has hecho nada, que todo lo que has ido grabando poco a poco se ha borrado por completo. Cómo si una casa que ha costado años construir se desmoronarse en un instante, el día antes de ser ocupada. Y ante esa sensación unos deciden pensar que es solo eso, una sensación, que la casa sigue ahí y que al día siguiente estará presente. Otros no pueden permitirse eso, a sabiendas que solo se trata de una sensación. Y por eso deciden seguir poniendo ladrillos que "supuestamente" están. Porque cada segundo puede ser la oportunidad perfecta para una mejor fijación.
Porque ya se han rendido una vez y no quieren volver a permitírtelo, porque les han dado razones para creer y no les faltan apoyos. Porque si se desmorona habrá que volver a empezar de nuevo, pero al menos la sensación pasará a convertirse en tranquilidad segura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario