9/4/12

Pobreza de espíritus.





En un hemisferio,
El mundo está lleno de hombres con chaqueta que trabajan en grandes edificios, viven en un imperio de materialismo dónde creen encontrar  la Felicidad. Para ellos un día feliz, es un día en el que venden una casa, un día en el que solo reciben placeres de comida, bebida y alojamiento. Para ellos la felicidad es sentir que otros viven para ellos. Nunca tienen tiempo, viven para trabajar. Y se creen los Dioses del mundo en su mundo, tan pequeño. 

En el otro hemisferio,
El mundo está lleno de hombres sin camisa, que trabajan a diario con abrazos y sonrisas, que tienen hambre y pasan frío, en los que cada día es un reto para seguir vivos, pero se sienten vivos porque luchan por ello. Trabajan para vivir, y conseguirlo es ser feliz.

Estos últimos tienen pobreza material pero los primeros poseen algo peor que es la pobreza espiritual, y no hay mayor tortura en el mundo que no ser querido.