17/3/16

Sensaciones



Me encanta andar descalza, las camas desechas y las noches de luna llena. Me encanta el brillo de los ojos de personas que te llenan. Me encantaría no poder dormir y al día siguiente despertarme habiendo perdido la noción del tiempo.
Me encanta la poesía de tu cuerpo.
Beber a sorbos cerveza y cafés que si se enfrían sea por una buena razón.
Me encanta hacer llegar al extremo mis emociones, sensaciones febriles que te hagan delirar de felicidad.

Carta a T. Lo que nunca te dije. (Fragmento de mi libro)





Me gustaría escribirte algo bonito con palabras que toquen tu fibra sentimental. Algo que te deje un sabor agridulce. Esas cosas que nunca se dicen, pero que se saben y aún así gusta oírlas. O quizás son esas cosas que nunca te esperas, y te llevas una sorpresa al leerlas.

Te escribo porque tengo miedo de que mis miedos te salpiquen. Pregúntale a mi miedo porque teme tanto a mi subconsciente. Por qué tiene miedo de decepcionarte, de no estar a la altura. Por qué teme tanto darle rienda suelta a mi imaginación para soñarte.Pregúntame por qué no duermo por las noches…y es que el hecho de no cerrar los ojos es la única forma que tengo de no verte. Pregúntale a mis ganas por qué se empeñan en acercarnos tanto y a mis dudas por qué te alejan de mi vida.


Quería escribirte también para darte las gracias. Gracias por esos detalles que no se pueden contar. Por haber hecho mi mundo un poquito más grande. Por despertarte y dormirte conmigo deseándome buenos días y buenas noches. Es por eso que ahora que ya nos hemos despedido, quisiera que sepas que: 

Cuando tengas noticias mías, finge. No pongas una sonrisa sin ganas o cara de tristeza. No te muerdas el labio pensando en nuestras conversaciones. No hables de mí como un ser único y diferente en tu vida. No seas bobo, calla y no permitas que el silencio lo desvele todo. Que tus ojos no cuenten nuestras historias y que tus piernas no tiemblen y que tus manos no se pongan rojas.

Cuando tengas noticias de mí, sé discreto. Ya sé que lo eres aunque a veces se te escapa una sonrisa pícara, a mí también me pasa pero no cuentes lo que he sido para ti, y lo que has sido para mí. Eso es nuestro. No permitas que todo lo que hemos ganado se esfume en un segundo. En este juego, no ha perdido nadie, tenemos una victoria compartida y está congelada en nuestros momentos.

Cuando tengas noticias de mí, deja que los recuerdos vuelen por tu mente y, no los golpees ni los maltrates. Acarícialos con la dulzura que te caracteriza. Deja que tu imaginación navegue de nuevo.Recuerda mi sonrisa tímida y, mi escote y, mi tirante caído. Recuerda que solo con rozarme erizaste mi piel. Recuerda mis fotos en blanco y negro. Ahora están en tu mente. Pero Shh…no se lo cuentes a nadie. Lo primero, porque no te creerán; lo segundo, dirán que exageras y por último te tomarán por loco. Y es que nadie, nadie, puede saber nuestro secreto. Ese que nunca tuvo lugar pero que sin ser, es intenso.

Cuando tengas noticias de mí, reacciona de forma natural. Si me va mal, llegarán a tus oídos mis fracasos con todo detalle, no te preocupes. Y si me va bien, querrán preguntarte si tu sabes como subí cada peldaño. Y querrán brindar con alcohol por mis triunfos haciendo siempre alguna crítica de las suyas.

Cuando tengas noticias de mí, no te gires ni des la espalda. No te alegres ni te pongas triste. No pienses que fuimos dos marionetas guiadas por los hilos del morbo, la pasión y el desenfreno. Y que tuvimos que cortarnos la lana nosotros mismos. Suena irónico ¿verdad? El pensar que una forma de suicidio es atarse a una cuerda. Y la nuestra, nuestra forma de romper  la realidad es cortar la misma cuerda.Cuando tengas noticias de mí, sigue adelante. No te rindas, haznos ese favor.

Cuando tengas noticias de mí, simplemente, recuérdame como algo bonito.

Impotencia Onírica



Mi último sueño estaba impregnado por una realidad sobrenatural. Era forzado y real al mismo tiempo. Soñaba que estaba despierta, tumbada en el sofá, inmóvil e impotente. Intentaba levantar mis brazos, girar mi cuerpo, mover los dedos de los pies...intenciones inútiles que se desvanecían en cada intento. Sentí el peso de mi cuerpo hundido en aquel sofá. Empezaba a agonizar. Mis órganos no obedecían a mi cabeza excepto el latido de mi corazón que palpitaba tan intensamente como si se fuera a salir del pecho. Grité pero nadie me escuchó. Tormenta salada inundaba mis mejillas. Podía escuchar el volumen bajo de la televisión de fondo y una melodía que solo existía en mi cabeza. Intenté tranquilizarme y buscar una solución. Cerré los ojos por un segundo y al abrirlos me encontraba exactamente en la misma posición del principio a, diferencia , que esta vez sí que podía moverme. ¿Había sido todo un sueño? No dejo de pensar en que quizá fue una revelación onírica. Como si yo misma intentara avisarme de que tenía que moverme porque no era consciente del estado pasivo en el que mi vida se encontraba. 


19/7/15



Me gustaría escribir algo convincente, al menos algo que considere “Bueno”, adjetivo bastante curioso y subjetivo, pero me gustaría salir de la mediocridad en la que estoy atrapada y lanzarme a nuevos sabores y experimentos, de esos que dices ¡GUAU! Nuevas texturas que se puedan leer detenidamente en un papel, o en una pantalla. Me da igual el formato lo importante para mí es el contenido. Y es que es realmente difícil y laborioso conseguir algo así, pero vamos a intentarlo porque nadie dijo que fuera imposible, y si dijeron algo fue que lo imposible merece la pena. Siempre he sido una chica en busca de imposibles, atrevida y con ganas de comerme el mundo. Pero últimamente estoy en ese estado de suspensión en el que parece que todo me da igual y no hay motivación que dibuje la curva de mi cara. En realidad,  es aquí donde debo aprovecharme de mi estado para escribir y escribir y escribir. Porque en los estados eufóricos todo sale sin meditación y de forma automática, en cambio ahora requiere de un gran esfuerzo por mi parte. De pensar, plantear, planificar y estructurar como quiero enfocarlo. Y considero que esto último es lo que suele triunfar. El otro caso solo triunfa esporádicamente, 1 de 100. Ya que una lección que he aprendido es la perseverancia y constancia en la consecución de nuestros objetivos.  Por eso voy a esforzarme como si de un trabajo personal se tratase para pulir un talento que creo que está oculto o al menos que me hace sentir bien. Dicen que para escribir bien, antes tienes que haber leído, viajado y tener una mente abierta. Con la primera y la tercera estoy de acuerdo, bueno en realidad estoy de acuerdo con todas, pero me parece que también se puede viajar sin movernos del sitio, y leer en las mentes y comportamientos de los demás, y seguro que ha habido escritores célebres de mentes cerradas aunque sin duda serían menos comprensivos con sus personajes y sus historias.

En definitiva, voy a intentar tomarme esto en serio y emprender una nueva aventura de descubrirme a mi misma y explotar todos mis sentidos para ver hasta donde puedo llegar.

29/6/15

Vértigo




Tengo vértigo,
vértigo por las alturas,
vértigo de no saber si cuando me elevas tanto me dejaras caer al final.
Vértigo del principio,
vértigo de no saber perdonar o no ser perdonada.
Una extraña sensación me invade y creo que es vértigo.
Ese escalofrío que me recorre desde la punta de los pies hasta los pelos de la cabeza.
Vértigo de no ser libre.
Vértigo de ser alguien que no sea legible.
Vértigo de tantos fracasos
y vértigo de volver a intentarlo.

Pero tengo alas,
son como espadas,
aparecen y se clavan
pero vuelan como almohadas,
en una pelea infantil.




28/3/15

Cambios.

Me pregunto por qué la gente cambia, por qué la vida cambia, y por qué yo cambio.
Creo que forma parte del sistema vital, necesitamos cambiar o remodelarnos para poder actualizarnos o renovarnos.
Pero muchas veces esos cambios nos producen un vértigo al que tememos. Tomar decisiones difíciles nos hace madurar.
Espero que los próximos cambios sean buenos y se lleven todo lo negativo para aportar lo positivo. Porque a partir de ahora sólo quiero en mi vida a gente positiva y cosas positivas. <3

27/3/15

Lágrimas

Ya está.
Se acabó.
Se fue.
Me fui
No sé quién se marchó.
Pero todo acabó.

Me queda un sabor amargo
un largo paseo sin hacer.
una lágrima agridulce
la monotonía rota
el beso sin dar
y todos esos sollozos que salen del corazón.

Una vida partida en dos
el hielo que entró en mi habitación.
Un consuelo que nunca consoló.
Un consejo que solo me hirió.