Me gustaría escribirte algo bonito con palabras que toquen
tu fibra sentimental. Algo que te deje un sabor agridulce. Esas cosas que nunca
se dicen, pero que se saben y aún así gusta oírlas. O quizás son esas cosas que
nunca te esperas, y te llevas una sorpresa al leerlas.
Te escribo porque tengo miedo de que mis miedos te
salpiquen. Pregúntale a mi miedo porque teme tanto a mi subconsciente. Por qué
tiene miedo de decepcionarte, de no estar a la altura. Por qué teme tanto darle
rienda suelta a mi imaginación para soñarte.Pregúntame por qué no duermo por las noches…y es que el
hecho de no cerrar los ojos es la única forma que tengo de no verte. Pregúntale
a mis ganas por qué se empeñan en acercarnos tanto y a mis dudas por qué te
alejan de mi vida.
Quería escribirte también para darte las gracias. Gracias
por esos detalles que no se pueden contar. Por haber hecho mi mundo un poquito
más grande. Por despertarte y dormirte conmigo deseándome buenos días y buenas
noches. Es por eso que ahora que ya nos hemos despedido, quisiera que sepas
que:
Cuando tengas noticias mías, finge. No pongas una sonrisa
sin ganas o cara de tristeza. No te muerdas el labio pensando en nuestras
conversaciones. No hables de mí como un ser único y diferente en tu vida. No
seas bobo, calla y no permitas que el silencio lo desvele todo. Que tus ojos no
cuenten nuestras historias y que tus piernas no tiemblen y que tus manos no se
pongan rojas.
Cuando tengas noticias de mí, sé discreto. Ya sé que lo eres
aunque a veces se te escapa una sonrisa pícara, a mí también me pasa pero no
cuentes lo que he sido para ti, y lo que has sido para mí. Eso es nuestro. No
permitas que todo lo que hemos ganado se esfume en un segundo. En este juego,
no ha perdido nadie, tenemos una victoria compartida y está congelada en
nuestros momentos.
Cuando tengas noticias de mí, deja que los recuerdos vuelen
por tu mente y, no los golpees ni los maltrates. Acarícialos con la dulzura que
te caracteriza. Deja que tu imaginación navegue de nuevo.Recuerda mi sonrisa tímida y, mi escote y, mi tirante caído.
Recuerda que solo con rozarme erizaste mi piel. Recuerda mis fotos en blanco y
negro. Ahora están en tu mente. Pero Shh…no se lo cuentes a nadie. Lo primero,
porque no te creerán; lo segundo, dirán que exageras y por último te tomarán
por loco. Y es que nadie, nadie, puede saber nuestro secreto. Ese que nunca
tuvo lugar pero que sin ser, es intenso.
Cuando tengas noticias de mí, reacciona de forma natural. Si
me va mal, llegarán a tus oídos mis fracasos con todo detalle, no te preocupes.
Y si me va bien, querrán preguntarte si tu sabes como subí cada peldaño. Y
querrán brindar con alcohol por mis triunfos haciendo siempre alguna crítica de
las suyas.
Cuando tengas noticias de mí, no te gires ni des la espalda.
No te alegres ni te pongas triste. No pienses que fuimos dos marionetas guiadas
por los hilos del morbo, la pasión y el desenfreno. Y que tuvimos que cortarnos
la lana nosotros mismos. Suena irónico ¿verdad? El pensar que una forma de
suicidio es atarse a una cuerda. Y la nuestra, nuestra forma de romper la realidad es cortar la misma cuerda.Cuando tengas noticias de mí, sigue adelante. No te rindas,
haznos ese favor.
Cuando tengas noticias de mí, simplemente, recuérdame como
algo bonito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario